
Adiós a Postin, el gran capitán del C.D. Burriana
A lesiones graves ha acelerado la retirada de uno de los grandes capitanes del fútbol provincial castellonense de la última década: el burrianense Agustín Barrachinaconocido como Postin. El defensa central, de 37 años, tenía previsto colgar las botas al final de esta temporada, pero una grave lesión de rodilla ha acelerado su marcha del fútbolun deporte que le ha dado tanto y al que él ha dado tanto a cambio.
Hablar de Postin es hacerlo de uno de los nombres más significativos de la historia reciente del fútbol de Burriana y, por extensión, del fútbol de la provincia de Castellón. Siguiendo los pasos de su hermano Raúl Barrachina, comenzó a jugar en el Puerto de Burriana hace más de tres décadas antes de recalar en el CD Burriana (con un par de breves pasos por el Consbur y el Alcalà). Tras este breve desvío, se hizo con un puesto en el primer equipo del club celeste, quedándose a las puertas del ascenso a Tercera División en 2011. Un gol en el último minuto en Requena le privó del éxito, pero se redimió un año después en El Collao ante el Alcoyano B, convirtiéndose en una pieza clave en el regreso del equipo a la competición nacional seis años después.
2 años en Tercera División de Fútbol
Tras su paso por el Estadio Castalia, el defensa regresó a San Fernando para consolidar su legado con la camiseta azulgrana, que vistió con orgullo desde sus inicios como canterano hasta las últimas temporadas con la autoridad de un capitán y el respeto de la comunidad futbolística. Un total de 15 temporadas defendiendo los colores de Burriana en más de 500 partidos lo dice todo, incluida la participación en hasta cuatro eliminatorias de promoción.
Despedida emotiva
Para el capitán de Club de Fútbol Burrianano es un momento fácil. "Todas las despedidas siempre vienen acompañadas de una profunda tristeza. Y ésta no será diferente; ésta es quizás un poco injusta por cómo se ha producido". Y continúa: "Tenía claro que éste iba a ser mi último año; lo decidí y, fiel a mis principios, así iba a ser". "La sensación que he tenido cada vez que he pisado el campo con el número 4 a la espalda y ese escudo tatuado en el corazón. Muchos partidos y kilómetros recorridos sólo para rendir al máximo; por mi club, por mis compañeros y por esa afición incansable que siempre ha estado ahí", concluye Postin.
Los comentarios están cerrados.